Resulta común que un panameño sea fiestero, pero en la vida cotidiana hay que cumplir con ciertos compromisos, sobre todo los familiares.
Pero cuando llega la quincena o los viernes, muchas personas se dan a la tarea de gastarse gran parte del dinero, en vicios como el licor, dejando así de cubrir algunos compromisos con sus deudores.
El tradicional arranque de los fines de semana, ya es cosa común en ciudadanos que se dan a la tarea de concurrir a todo tipo de actividad fiestera, donde el licor y el cigarrillo abundan y en muchos casos hasta la droga.
Nadie está en contra de disfrutar un ambiente social y de distracción para los fines de semana, pero en muchos trabajos, hogares y demás desde que se acerca el viernes la pregunta es ¿Qué hay para este fin?...Dejando pasar por alto otros compromisos.
Es cierto que las fiestas son para divertirse, pero no todos los días y tampoco a cada momento.
Para todo hay espacio y si queremos mejorar hay que tomar en cuenta estas sugerencias por el bien de la sociedad.
Hoy la reflexión es ¿Estoy haciendo lo correcto con mi vida?...Si se medita detenidamente sobre eso llegaremos a conclusiones positivas.
Hay que entender que las cosas no están para la pachanga permanente. Se puede celebrar una fiesta de vez en cuando, pero no cada 52 fines de semana.
Hay que medirse, nada en exceso es bueno. Además si hoy te decides ahorrar algo de lo que malgastas, mañana tendrás un buen capital.