El presidente de Ecuador, Lucio Gutiérrez, declaró que no ha pensado en renunciar al cargo, por la crisis política desatada el pasado viernes en su país, y subrayó que las protestas efectuadas por la oposición en Quito son minoritarias.
"Definitivamente que no renunciaría. Yo fui electo con el 59 por ciento de la votación: tres millones de votos y no por 3.000 ó 5.000 personas que gritan Fuera Lucio, que son patrocinadas por un partido político", dijo el mandatario a la cadena colombiana Caracol Radio.
Gutiérrez disolvió la Corte Suprema y declaró el estado de excepción el viernes por la noche en Quito, en medio de protestas, pero veinte horas más tarde revocó el decreto de excepción.
El domingo, el Congreso de Ecuador dejó sin efecto, por unanimidad, una resolución de diciembre pasado en la que se reestructuró la Corte Suprema de Justicia, acusada de provocar tensión en el país desde su elección.
El presidente ecuatoriano acusó a sus adversarios de "aprovechar políticamente todas las circunstancias".
"Aquí, si hay un temblor, acusan al presidente de la República; si hay inundaciones, si hay sequía la culpa es del presidente de la República...", manifestó Lucio Gutiérrez.
La crisis se agudizó cuando los recién elegidos magistrados anularon los juicios a los ex presidentes Gustavo Noboa y Abdalá Bucaram.
La sesión extraordinaria del Congreso fue convocada el sábado, después de que el presidente levantó el estado de emergencia sobre Quito que había decretado 19 horas antes. Los legisladores llevaban meses sin llegar a un consenso sobre los diferentes mecanismos de elección de magistrados de la Corte Suprema.
PROTESTAS
La reestructura de la Corte Suprema de Justicia fue dispuesta el 8 de diciembre de 2004 por una mayoría parlamentaria afín al gobierno del presidente Lucio Gutiérrez.