Ayer luego de tres días de paro y de 59 horas de mantener cerrada la frontera con Costa Rica, se logró un acuerdo con la dirigencia sindical y a su vez cooperativistas dueños de la división bananera de Puerto Armuelles.
Cada cierto tiempo, el gobierno tiene que lograr acuerdos para mantener a flote a COOSEMUPAR, que enfrenta problemas de liquidez, que no le permiten ni siquiera cubrir la planilla ni las cuotas al Seguro Social.
Es un problema profundo. A la cooperativa le cuesta 6.50 balboas producir una caja de banano, pero la Chiquita Brands se la compra en B/.5.00 durante el primer semestre y en B/.5.55 en la segunda parte del año.
A menos que se logre un acuerdo para mejorar los precios que paga la transnacional por la caja del llamado oro verde, el gobierno seguirá subsidiando a COOSEMUPAR como un barril sin fondo.
Se deben cerca de 20 millones de balboas al Banco Nacional por la compra de los activos que les vendió la Chiquita Brands a la cooperativa. Hay otras deudas por B/.7 millones a proveedores y a la misma transnacional.
Hasta ahora el gobierno le ha tirado la toalla a la cooperativa otorgando desembolsos por seis millones para enfrentar diversos compromisos como el pago de planillas y otras prestaciones.
Pareciera que ahora hay interés de otros inversionistas en el negocio bananero. Ojalá que sea algo serio y que no llene de ilusiones pasajeras a los pobladores de Puerto Armuelles, que desde que se retiró la Chiquita enfrenta un creciente desempleo y hoy con los problemas de la cooperativa están en peligro las 3, 000 obreros que laboran en la actividad bananera. El pueblo de Barú merece una mejor suerte y el gobierno debe hacer todos los esfuerzos para ello.