Mejor conocido como "El ladrón silencioso", el glaucoma ocupa el segundo lugar de causa de ceguera en el mundo, y en Panamá el 15% padece de este mal, la mayoría sin un diagnóstico.
Según el Dr. Ricardo Velásquez, jefe de Oftalmología del Hospital Santo Tomás, "el glaucoma es una enfermedad que, por lo general, empieza con la pérdida de la visión periférica, para finalmente terminar con la visión central".
Forma parte del grupo de enfermedades oculares que dañan el nervio óptico, y lo peor es que no presenta síntomas hasta que es demasiado tarde.
Esta enfermedad puede desarrollarse en uno o ambos ojos y para controlarlo se debe hacer exámenes cada año después de los 40 años, en especial si tiene historial familiar con glaucoma, sufre de presión intraocular, miopía, tiene ascendencia africana o asiática, ha sufrido de traumatismo o cirugía en el ojo y/o padece de diabetes.
Se debe acudir a una clínica o centro de salud y pedir una cita con el oftalmólogo que es el encargado de diagnosticar el glaucoma.
El proceso de diagnóstico consiste en un examen de agudeza visual, presión ocular y revisión del fondo y el nervio ocular para encontrar algún tipo de excavación de .5 en adelante y dar el diagnóstico positivo.
En Panamá, la mayoría de los pacientes padecen de un problema de glaucoma que se conoce como ángulo cerrado. Este mal se puede tratar de dos formas por medio de gotas diarias que tiene un costo promedio de B/30.00 y duran cerca de un mes, las cuales previene la presión ocular, y la cirugía que se utiliza como último recurso.
Para prevenir este mal se debe tener una alimentación balanceada alta en fibra, frutas y vegetales, además se debe visitar al especialista por lo menos una vez al año.