Muy temprano salen todos los días bajo el sol o la lluvia, con el mar tranquilo o picado, los guardaparques de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) y los marinos de Fundación MarViva, a realizar sus patrullajes dentro de los límites del Parque Nacional Coiba, para hacer cumplir las normativas de pesca.
Ambas organizaciones suscribieron el 29 de septiembre de 2003 un Convenio de Cooperación con miras al mejoramiento de los esfuerzos de vigilancia, patrullaje y conservación de los recursos marinos costeros dentro del parque declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.
El capitán de una de las naves MarVivas, Leonel Fuentes, dijo que dentro del Parque de 270,125 hectáreas se han capturado embarcaciones artesanales utilizando artes de pesca no permitidas como redes, trasmallos, palangre y long line, entre otros, y atrapando especies prohibidas como tiburón, pez vela, merlín, tortugas, cambute y langosta.
En el inicio del verano, uno de los principales problemas es con los pescadores deportivos, quienes capturan más especies de la cantidad permitida y la ANAM ha tenido que sancionarlos por infringir las normas.