El francés Gilles Simon, verdugo del español Rafael Nadal en Madrid, expresó ayer que este partido era uno de los "que no quería perder". "Sabía que iba a ser muy difícil, porque jugar contra Nadal, número uno del mundo y en Madrid no es fácil, por lo que tenía mucha presión al principio. Pero luego, de repente desapareció todo mi nerviosismo", dijo Simon. "No quería perder esta semifinal, al final la he ganado, pero en realidad mi objetivo era jugar mi mejor tenis", dijo el francés.