El Botafogo rindió ayer homenaje a Manoel dos Santos Garrincha, su más celebre jugador, que habría cumplido 75 años este sábado si una cirrosis hepática provocada por los excesos con el alcohol no le hubiera recortado la vida.
La evocación al delantero de las piernas torcidas fue realizada en el estadio Engenhao de Río de Janeiro, antes del comienzo del partido entre el Botafogo y el Santos, precisamente el club que lanzó a la fama a Pelé, a quien Garrincha llegó a disputarle protagonismo en los años '60.