Rusia y Estados Unidos reanudarán a mediados de noviembre las negociaciones sobre el Tratado de Reducción de Armas Nucleares Estratégicas (START-1), que expira en diciembre de 2009.
Las negociaciones sobre ese tratado, suscrito cuando aún existía la Unión Soviética en julio de 1991, tendrán lugar en Ginebra, según informó la agencia Interfax, que cita fuentes diplomáticas rusas.
Al firmar el START-1, ambas partes se comprometieron a reducir su arsenal de cabezas nucleares de 10, 000 a 6,000 cada uno.
Aunque tanto Moscú como Washington creen necesario firmar un nuevo acuerdo jurídicamente vinculante antes de que expire el START-1, aún no se han puesto de acuerdo sobre el régimen de limitación de los armamentos estratégicos ofensivos.
Rusia considera que un renovado START-1 es más necesario que nunca teniendo en cuenta los planes estadounidenses de desplegar elementos de su escudo antimisiles en Polonia y la República Checa, que Moscú considera una amenaza directa para su seguridad.
Como respuesta al escudo norteamericano, Moscú se salió a finales de 2007 del tratado de Fuerzas Convencionales en Europa (FACE), considerado la piedra angular de la seguridad en el continente.
Además, también han sugerido la posibilidad de denunciar el tratado de eliminación de misiles nucleares de mediano y corto alcance (INF) suscrito en 1987 por la URSS y EEUU.
El INF, el primer acuerdo que redujo los arsenales nucleares durante la Guerra Fría, condujo a la eliminación en 1991 de todos los misiles balísticos y de crucero de mediano (1.000-5.000 kilómetros) y corto alcance (500-1.000) de ambas potencias rivales.
Además, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, anunció recientemente planes de modernizar el sistema de disuasión nuclear para 2020, lo que incluiría la creación de un nuevo programa de defensa espacial.
Medvédev resaltó que la guerra con Georgia por el control de la región separatista de Osetia del Sur ha agudizado "la necesidad de cumplir esos objetivos".
A su vez, el primer ministro ruso, Vladímir Putin, aprobó un aumento del 27 por ciento del gasto asignado a seguridad y defensa para 2009.