Era el medio día de ayer sábado y una aglomeración de panameños se presentaron al local del chino "Jaime" ubicado en Veranillo.
Con escoba en mano, un adolescente barría los escombros que yacían en el piso del Minisúper El Principal, el cual horas atrás ardía en llamas.
En cuanto que otras personas solidarias con la tragedia de los chinitos recogían latas, tanques y varios tipos de mercancías secas que rodaban dentro del local comercial.
Estacionado en la fachada, aguardaba un camión de basura, cuyos funcionarios vociferaban "esto también", mientras iban echando alimentos que fueron alcanzados por las llamas del fuego.
No había un transeúnte que pasara de largo, sin antes voltear a ver la actividad de hombres y mujeres nacionales y extranjeros, trabajar mancomunadamente.
Extraoficialmente se conoció que el inmueble estaba asegurado, pero los dueños del pequeño comercio no emitieron su opinión sobre esto.
"Estoy muy dolorido por lo ocurrido y bajo esta circunstancias no deseo hablar del hecho", acotó uno de los chinos.