Muchos se sorprenden cuando llegan al Departamento de Rayos X del Hospital Nicolás Solano de La Chorrera y ven a un hombre que aunque con mucha facilidad se desplaza de un lado para otro con las placas de imagenología, a todas luces se ve que se trata de un ciego.
Orlando Javier Romero Camargo, cuya ceguera parece haber heredado de su padre que corrió la misma suerte, logró encontrar una plaza de trabajo en este hospital.
Aunque al principio no fue fácil movilizarse dentro del departamento de Rayos X, poco a poco fue logrando adaptarse en el espacio físico que por 13 largos años ha compartido con el resto del personal que ha valorado las habilidades de Orlando Javier.
�l se considera una persona amistosa que siempre quiere conocer más personas y el lugar donde trabaja le ha permitido comunicarse con gran cantidad de pacientes que lo ven con el respeto que se merece un profesional de su talla.
Aunque ahora Orlando está soltero, desde que se separó de la madre de sus 4 hijos que ya están en la universidad y trabajan, se siente feliz porque también tiene dos nietos.