La producción de café en Chiriquí disminuyó de 200 mil quintales a 156 mil 746 en el 2009, lo que representa una baja de 2 mil 454 quintales menos de lo cosechado en el 2008.
Mientras el costo de los insumos agrícolas, los fertilizantes, el combustible y las condiciones climatológicas han dejado pérdidas en el sector cafetalero en los últimos tres años, al registrase una reducción de 734 productores en el 2009, al compararlo con el 2008, cuando eran 2 mil 501 caficultor, de acuerdo a los informes estadísticos del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA).
Gonzálo Rojas, es un mediano productor de café de Boquete y recuerda como el frente frío de febrero de 2009, acabó con la floración de las plantaciones de café y las constantes lluvias de noviembre de 2008, dejaron pérdidas porque no se pudo cosechar sobre todo en las zonas de mayor altura.
La caficultura panameña trae un problema de arrastre que comenzó en el 2001, con la caída del precio internacional producto de la sobreoferta del grano en los países productores a nivel mundial, donde Panamá sufrió por siete años esta crisis.
El productor recibió en aquel momento unos 32 dólares por quintal, mientras que en el mercado internacional el mejor precio alcanzó los 40 dólares. En ese momento el costo de producción por hectárea alcanzaba los dos mil dólares.
Francisco Serracín, productor del Café Don Pachi State, sostiene que en aquellos momentos la crisis fue tan dura que aún las consecuencias permanecen en muchas fincas, donde los productores quedaron endeudados a merced de los bancos, quienes se vieron obligados a definir entre vender sus fincas o seguir con la actividad.
En la actualidad hay unas 11 mil hectáreas de café sembradas en todo el país, con una producción que este año alcanzó los 156 mil 746 quintales, a diferencia del 2007, cuando la producción llegó a los 180 mil quintales, de los cuales se exporta como café especial cerca del 20%.
La disminución en la producción del grano comenzó con la crisis cafetalera en el 2001, cuando Panamá producía unos 300 mil quintales de café al año.
ENCARECIMIENTO DE LA PRODUCCION
Ante el aumento de las condiciones de vida, los cosecheros que en su mayoría son ciudadanos de la etnia Ng�be Buglé comenzaron a exigir un mejor precio por cosechar el grano maduro de las fincas de Renacimiento, Bugaba y Boquete, los tres distritos de mayor producción de café en el país.
El problema es que la constante migración de los nativos a las fincas cafetaleras de Costa Rica, obligó a los caficultores a ofrecer de un promedio de B/1.25 que pagaban por cada lata de café en cereza que pesa unas 28 libras, a un promedio de B/2.00 que fue el último precio de la pasada zafra.
Los productores a su vez recibieron un incremento en el pago del café por parte de los compradores que ofrecieron entre B/6.50 a B/7.00 por lata cosechada. Los beneficiadores no quisieron volver a vivir la experiencia del 2008, cuando los productores le vendieron el café en cereza a los ticos porque los panameños no querían comprar la producción nacional.
LAS ENFERMEDADES
Denis Miranda, director regional del Ministerio de Desarrollo Agropecuario, explicó que el productor de café también se enfrenta a la plaga de la broca del café que es una realidad que tendrá que aprender a convivir con ella.
Los controles biológicos es lo único que mantiene controlada los estragos que este insecto pueda causar en la caficultura panameña al registrar una disminución en el peso del grano.
Esta es una enfermedad que ha afectado a las fincas de Renacimiento, Volcán y Potrerillos, que se supone que llegó procedente de las fincas de Costa Rica, señalan los productores panameños.
Plinio Ruiz, productor de café en Boquete, fue claro al señalar que también tienen que cuidar la producción del ojo de gallo, la rolla y la fumagina que corresponden a hongos que también afectan a la producción nacional de este preciado grano.
Los caficultores siguen guardando la esperanza de una recuperación económica con el nuevo panorama que ahora se le presenta a la caficultura panameña con la fama del café Geisha.