Uno de los grandes récords de la historia del béisbol comenzó a escribirse un 2 de junio de 1925, cuando el entrenador de los Yankees de Nueva York, Miller Huggins, reemplazó al primera base Wally Pipp por el joven Lou Gehrig. A partir de esa fecha, Gehrig inició una racha de 2,130 partidos jugados consecutivamente durante 16 años. La racha terminó cuando Gehrig se vio obligado a retirarse del béisbol por padecer Esclerosis Lateral Amiotrófica, una extraña enfermedad que hoy en día se conoce como "El mal de Lou Gehrig".