Hay que invertir los términos de la frase muy popular de antaño, expresada por el desaparecido general Omar Torrijos H. por "Díganme lo bueno que lo malo ya lo sé". Ya que ahora sólo se destaca en todos los medios de comunicación escritos, radiales y televisivos de nuestro querido Panamá, los aspectos negativos del acontecer nacional como son: asesinatos, balaceras, robos, muertes, narcotráfico, accidentes automovilísticos, cierres de calles, pandillas, entre otros. Toda esta gama de publicaciones diarias con grandes coberturas, sin lugar a dudas, son argumentos que aunque sean ciertos lesionan y desacreditan al país: ante la gran cantidad de turistas que visitan Panamá y que se impresionan mal por esta frecuente ola de sucesos trágicos: además los nacionales vivimos consternados y tristes por estas serias anomalías que deben ser corregidas por las autoridades en coordinación con las comunidades.
La divulgación de los problemas que confronta la sociedad deben informarse a la comunidad nacional, pero también se debe destacar en la misma forma lo bueno que existe en nuestro país, que ha sido un gran esfuerzo de nuestros compatriotas y dirigentes, para elevar a su más alto pedestal la cultura panameña, que quede claro y transparente el concepto de la libertad de expresión, que hay veces no se cumple con el Artículo 19 de los derechos humanos.
Hay que darle especial cobertura a nuestros aspectos positivos como son: nuestros hermosos recursos naturales, las carreteras, deportes, folclore, las playas, los ríos, el Canal de Panamá, la Zona Libre de Colón, la carretera Transístmica la envidiable posición geográfica y las innumerables obras que demuestran el desarrollo y progreso de Panamá; si lo comparamos con hace 5 ó 6 décadas anteriores.
Panamá, desde hace muchas décadas, fue clasificado como el país más seguro de la América Latina, digna distinción que nos debe llenar de orgullo y defenderla a capa y espada. Dios ilumine nuestra senderos. No a la violencia. Viva, Crítica en Línea Panamá.
