Azael Ortiz se disponía a cortar bijaos para los tamales cuando resbaló y vio en la esquina de una construcción, detrás del hospital materno infantil José Domingo de Obaldía, el cuerpo semidesnudo de una mujer.
Se presume que la víctima fue ultrajada sexualmente antes de morir, por la forma en que se le encontró. Tenía una herida en el lado izquierdo de la cara, causada con un objeto contundente (bloque de cemento). En el lugar habían pedazos de cemento.
Se estima que la mujer tiene entre 30 y 40 años.
PELIGRO
Ortiz dijo que este es un área muy peligrosa y que no es la primera vez que se dan casos de mujeres ultrajadas.
Hasta el momento de redactar la información se desconocía la identidad de la mujer que vestía una falda azul, zapatos negros y camisa rosada. Era de piel morena y tenía rasgos indígenas.
EVIDENCIAS
Cerca del cuerpo había una gorra negra y la cédula de un hombre.
Edwin Alvarez, fiscal primero Superior, indicó que las primeras investigaciones determinan que se trató de un caso de violencia física, en donde se utilizaron otros objetos que ocasionaron el fatal desenlace.
Manifestó que la escena revela que aparentemente se dio un acto tentatorio contra la libertad sexual de la víctima, lo que podría estar relacionado con el hecho punible.