Una serie de audaces ataques coordinados, que incluyeron una bomba cerca del ministerio a cargo de la policía, dejó el centro de la capital saudí sembrado de vidrios rotos y autos abollados el miércoles, dos semanas después de que Osama bin Laden convocara a nuevos atentados en su patria.
La violencia incluyó un choque entre fuerzas de seguridad y milicianos que disparaban armas cortas y arrojaban granadas en un vecindario del norte de Riad, dijo la policía. La televisora Al Arabiya informó que siete milicianos murieron en el tiroteo.