"Justicia", es lo que claman los familiares de Rigoberto Salinas, de 33 años, asesinado a pedradas, por cinco sujetos, durante un incidente registrado la tarde del viernes 25, en el sector de la Victoriano Lorenzo, corregimiento de Tocumen.
El hoy occiso, quien era agente de seguridad de la Empresa Grisinsa, dejó en la orfandad a cuatro menores, de 10, 8, 5 años y una niña de 9 meses de nacida.
"Entre lagrimas, Águeda Santos de 23 años, esposa de la víctima, manifestó que se siente angustiada de saber que su esposo había fallecido de esa forma.
"El estuvo todo el día viernes con nosotros, después de entregarle los regalos a nuestros hijos, y como a las 5:00 de la tarde, salío a la tienda a hacer un mandado, cuando media horas después, nos llamaron que estaba muerto" manifestó la viuda.
Sus hijos, marcaban el celular para hablar con él, ellos pensaban que estaba dormido, cuando en realidad estaba muerto, declaró su cónyuge.
El trató de escapar, e intentó introducirse a una residencia de un vecino, sin embargo fue ubicado y asesinado.
La pareja eran oriundos de la etnia Ngöbe Buglé, del área de Tolé, provincia de Chiriquí, y residían en un humilde cuarto de alquiler en el sector de El Hueco.
"Era trabajador, y desde hace dos años ejercía labores como seguridad, doblaba el turno, para traer más dinero".
Santos indicó, que no sabe qué hacer, ya que Salinas, era el que traía el sustento a su hogar.
"No tengo comida, ni para mis hijos, ", exclamó con tristeza la atribulada mujer.
Actualmente, las autoridades tienen a una persona detenida como sospechosa, por este horrendo homicidio, que impactó a la comunidad en general.