"Justicia", es lo que claman los familiares de Rigoberto Salinas, de 33 años, asesinado a pedradas la tarde de Navidad por cinco sujetos, en el sector de la Victoriano Lorenzo, corregimiento de Tocumen.
Salinas era agente de seguridad y dejó en la orfandad a cuatro niños de 10, 8, 5 años y una bebé de 9 meses.
En medio del llanto, Agueda Santos de 23 años, esposa de la víctima, manifestó que se siente angustiada. El salió hacia la tienda para hacer un mandado y media horas después nos llamaron para decirnos que lo habían matado.
"No tengo comida, ni para mis hijos", exclamó con tristeza la atribulada mujer..