Unos 30 alemanes vestidos solamente con el gorro rojo de Santa Claus se zambulleron ayer en un lago de Berlín para celebrar su chapuzón anual del día de Navidad, un baño de agua helada que ellos creen es bueno para la salud.
Los hombres y mujeres desnudos, de entre 25 y 73 años, se bañaron durante unos cinco minutos en el lago Oranke de Berlín, a una temperatura de 1 grado centígrado.
La tradición se remonta al menos hasta 1980. Los bañistas -sobrepasados en número por los fotógrafos- se arman de valor cantando villancicos y bebiendo vino templado.