Desde su creación, el 6 de mayo del 2001, a la fecha la zona franca del Barú sólo ha logrado el establecimiento de una empresa extranjera dedicada a la crianza de atún en granjas, lo que ha permitido emplear escasamente a unos 10 baruenses.
Han sido muchos los factores que han influido, en lo que debió haber sido uno de los macro proyectos financieros, para esta golpeada región del país, que cada día se resquebraja más, ante la falta de ayuda y la incidencia del desempleo.
Establecer y crear un régimen fiscal y aduanero especial de una Zona Franca Turística y de Apoyo Logístico Multimodal que permitiría importar, exportar, descargar, despachar por tierra, mar o aire, almacenar, exhibir, empacar, desempacar, manufacturar, envasar, montar, ensamblar, refinar, purificar, mezclar, trasformar y en general operar y manipular toda clase de mercaderías, productos materias primas, envases y demás efectos de comercio, era el objetivo de este plan.
Aunque se le dieron fondos económicos para la promoción de la zona, lo más importante para empezar a funcionar, no se vieron efectivos, pues el restablecimiento del muelle fiscal, aún duerme el sueño eterno y esta es la principal estructura para iniciar el trabajo.
Además de esto no se establecieron las infraestructuras adecuadas, para permitir la operación de empresas, apostadas en el centro del distrito del Barú, pues sólo se ubicó una pequeña oficina que aunque, ocupada, parece sólo una más, que alberga la administración en donde es poco el movimiento comercial que se percibe.
Al establecer el plan maestro para la creación de la zona franca, se hablaba de la instauración de más de un 1 millón de plazas de trabajo, que se generarían por la ubicación de grandes empresas nacionales y extranjeras.
ESPERANZAS
Pero hoy las esperanzas de miles de personas que vienen con muchas secuelas producto de las bajas que ha sufrido la región, se desintegran producto de seriedad e intención de ayuda de parte, sobre todo, de las autoridades.
Samy Bardayán, empresario del distrito aseguró que aunque existen intenciones de muchas empresas que quieren invertir en Barú, no lo hacen pues no se les han dado las facilidades físicas y administrativas, para establecerse, esto porque sencillamente el Gobierno no se ha preocupado por hacerlo.
Explicó que el sector financiero cada día es más precario, pues la economía del área decae, ya que no hay alternativas de trabajo, para más del 50% de la población que se mantiene desempleada.
La ley de zona franca se estableció mediante Ley No. 53 que crea un régimen fiscal y aduanero especial de zona franca, turística y de apoyo logístico multimodal en Barú. Desde sus inicios, los baruenses anhelaban la sanción de la ley y la adjudicación de las partidas necesarias para ejecutarla.
Al proyecto de zona franca se le cedió un presupuesto que nada más sirve para el nombramiento del personal, ya que de promoción se hizo muy poco.