Hay amores que no se olvidan; quedan grabados para siempre en el corazón y un día, cuando ha transcurrido un buen tiempo, el destino decide que hay que volver, que ese romance eterno debe continuar.
Tal vez con este paralelismo se puede explicar el romance de Rubén Guevara con el Tauro, el equipo de sus amores, con el que jugó toda su carrera en la ANAPROF y colgó las botas como jugador, para años después hacerse cargo del equipo de reservas Sub-19.
Sin embargo, el destino le tenía deparado algo bueno en este Torneo de Clausura, donde empezó como asistente del alemán Tomaz Kempe, y tras la renuncia de este último, tomó el mando del primer equipo.
¿COMO TOMA ESTA FINAL AHORA COMO DT?
Para mí es una satisfacción y un reto. Espero que Dios me acompañe y me dé sabiduría para jugar bien. Yo tengo un equipo que sabe jugar al fútbol.
¿QUE ESTILO DE JUEGO LE GUSTA?
A mí me gusta un estilo ofensivo. Siempre busco marcar temprano para quitar tensión.
Primera final de Tauro en tres años. ¿Hay nervios o tensión por ganar?
No creo. Es un equipo que tiene bastante experiencia y pienso que no, al contrario, porque son jugadores de selección.