El gobierno estadounidense habría insinuado muy sutilmente al gobierno nacional la necesidad de promover la creación de un grupo militar capacitado para repeler posibles maniobras terroristas de grupos guerrilleros, que operan en la frontera de Panamá con Colombia.
Las recientes visitas del Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Donald Rumsfeld, y del comandante en jefe del Ejército Sur, general John Gardner, son una muestra del interés que tiene el gobierno de George W. Bush que Panamá refuerce sus estamentos de seguridad.
Los ministros americanos de defensa expresaron el propósito de delinear un plan de seguridad centrado en combatir el terrorismo y el narcotráfico, planteamientos que colocan al gobierno nacional en una posición incluyente.
Al respecto, el general retirado, Rubén Darío Paredes, indicó que a pesar que no hay una petición directa del Departamento de Estado norteamericano sobre la necesidad de la militarización de la Fuerza Pública, es claro que existe una preocupación con relación a que Panamá no cuenta con la suficiente capacidad para mantener su territorio libre de acciones guerrilleras en la frontera con Colombia.
Paredes sostuvo que Panamá no puede continuar con el esquema actual de una Policía Nacional para garantizar la integridad territorial y nuestra soberanía.
COMPONENTE MILITAR
El militar estableció como una prioridad la organización de un componente completamente militar, con un mando separado de lo que es actualmente la Fuerza Pública.
Señaló que por mandato constitucional este componente militar táctico estaría bajo el mando del presidente de la República y sus comandantes en jefes serían el producto de un escogimiento profesional de las personas más capacitadas que integran cada una de las ramificaciones de la actual Fuerza Pública Nacional.
Paredes expresó que el periodo de mando de cada jefe militar sería de cinco años, lo que permitiría establecer un ciclo de renovación de los mandos de este componente militar.
MILITARIZACION SIN TABU
Resaltó la necesidad que las autoridades hablen sin temores del tema de la creación de un componente militar guarda frontera.
Sostuvo que la base de operaciones de este grupo especial sería ubicada en la frontera y no en los poblados darienitas como en la actualidad se pretende proteger el territorio nacional.
Paredes manifestó que erróneamente las unidades de la Policía Nacional intentan custodiar la frontera dentro de los asentamientos campesinos, cuando en realidad la frontera Colombo-Panameña está localizada a 80 kilómetros del lugar donde operan los agentes policiales.
CRECIMIENTO SIN CONTROL
A criterio del general retirado, es preciso adecuar la ley que rige actualmente la Fuerza Pública, debido a que este estamento está creciendo "a espaldas de la ley".
Precisó que actualmente la Policía Nacional está creciendo a un ritmo desbalanceado de los lineamientos legales, lo que podría generar un desorden dentro de su estructura.
Destacó que un ejemplo de crecimiento de la Policía fue la demostración de fuerza expuesta en los desfiles del 3 y 4 de noviembre, situación que había que analizar con más orden legal.
Para Paredes, es necesaria e imparable evolución de la Policía Nacional hacia una Guardia Nacional o Fuerza Pública mixta, con gran capacidad policial y un componente militar altamente capacitado y adiestrado.
Según Paredes, la Policía viene creciendo de manera desordenada y de manera informal. Su crecimiento, desarrollo y equipamiento hasta hoy durante los 14 años de democracia, se ha decidido entre el Director en turno, el Contralor en turno y el Presidente en turno, lo que constituye un vicio peligroso y antidemocrático. A juicio de Paredes, si esto no se corrige, en unos tres años vamos a tener nuevamente un ejército costoso, y este podría rebasar con su fuerza por un principio elemental de física y hasta someter a los tres poderes del Estado.
