El agua es más que indispensable para vivir. El cuerpo posee más agua en él que materia no líquida. Más del 70 % de las células que componen las mayorías de los organismos están constituidas de agua.
Todos estos datos nos recuerdan que le agua que introducimos a nuestro cuerpo debe ser potable, para evitar enfermedades. En este sentido, según el investigador Jorge Herrera de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Panamá, la situación del sector agua y saneamiento de Panamá puede ser considerada aceptable si la comparamos con los otros países de la región.
Pese a esta premisa, de acuerdo a Herrera, actualmente las comunidades rurales de Colón y otros lugares no son monitoreadas constantemente por El Ministerio de Salud, en este caso el de San Juan, quienes tienen la obligación de suministrar el Cloro, elemento químico utilizado para aminorar o eliminar la carga bacteriana de las aguas superficiales usadas para consumo humano. Sin embargo el Cloro residual, no es capaz de eliminar los quistes de protozoarios quienes llegan a las diferentes casas, causando entonces diarreas y problemas gastrointestinales, principalmente en lactantes y niños menores de 12 años.
Herrera llevó a cabo una investigación para determinar la carga de bacterias coliformes totales y fecales en el agua distribuida en las comunidades de El Valle de Santa Cruz e Isla Verde en Colón, durante los años del 2001 al 2003. Los datos obtenidos fueron alarmantes. La cantidad de estas bacterias ha aumentado de 1100 coliformes formadoras de colonias a 2400 en tres años. "Esto indica la mala calidad en el agua que consumen los moradores de estos sectores" según Herrera.
"Las bacterias encontradas e identificadas, mediante las pruebas de API 20 E, en esta agua, fueron Escherichia coli y Klebsiella sp. ambas relacionadas con enfermedades gastrointestinales, principalmente diarreas", destacó.