Los jugadores se fueron a los puños, una lluvia de vasos y botellas de plástico cayó desde las tribunas e incluso una silla voló por los aires, durante una de las peores riñas en la historia de la NBA. Ron Artest, de Indiana, estuvo en el centro de la trifulca.
Artest y Stephen Jackson arremetieron sobre algunos aficionados en el último minuto del partido contra los Pistons de Detroit, la noche del viernes, y la pelea obligó a concluir de manera anticipada y forzosa el encuentro.