En lo que parece la primera señal de luz al final del túnel en la complicada negociación con la Comisión Médica Negociadora Nacional (COMENENAL), los representantes del Ministerio de Salud (MINSA) y la Caja de Seguro Social (CSS) presentaron una propuesta económica de aumento del 6% a los médicos.
Se trata de una proposición que -aunque distante del planteamiento inicial de los galenos del 60%- ha merecido ser considerada en asamblea por la dirigencia de COMENENAL.
Sin embargo, en vez de dar este paso hoy, los médicos han decidido discutir el tema el próximo lunes 12 de noviembre, prolongando innecesariamente por un día más la huelga que ha provocado ya la pérdida de 100 mil citas médicas y cerca de 2 mil cirugías en las instalaciones de la CSS.
En consecuencia, están extendiendo durante 24 horas más la agonía para los verdaderos afectados por la medida de fuerza: los cientos de miles de panameños humildes cuya única oportunidad de accesar a la salud es a través de esta institución.
Independientemente de si son justas o no sus aspiraciones salariales, pareciese que la dirigencia médica no tiene la urgencia de terminar rápido con esta situación, la cual ha mantenido en zozobra a la población durante toda una semana.
Todos los involucrados en la negociación deben recodar que en el fondo están lidiando con un problema de salud pública, no con un juego de póker.