Generalmente, las personas tienen poca expresividad en la manera de demostrar su amor; lo hacen con miedo, temor y vergüenza. Para llegar a la plenitud del amor que se experimenta, el amor debe expresarse efusivamente. No tenga miedo de sentir y expresar su amor.
Amar significa vivir el momento, no mirar hacia atrás ni estar atado a lo que se deja en el pasado. El que ama experimenta el pasado y aprovecha de él lo mejor. El que ama, ama el presente y expresa todo su amor en ese momento sin guardar nada para más adelante. El que ama no se pierde en el futuro ni añora el pasado.
El amor es el mayor capital que podemos poseer en la vida. Hay que aumentarlo cada día, porque el amor es el que nos puede dar la verdadera felicidad. Nunca amamos lo suficiente como para que no podamos hacer crecer más el amor.
El rencor, el odio y la venganza son contrarios al amor y destruyen al ser humano. Pregúntense: ¿Está realmente entregándose al amor? ¿Está dando ese caudal de amor que Dios nos ha dado y que Él quiere que se vierta en los demás? Si uno no aumenta el amor que da, no está creciendo ni está siendo verdaderamente feliz y puede llegar a convertirse en un ser solitario.
Dar amor depende de uno mismo y llegar a sentirse amado depende del amor que usted está dando. Ame de verdad y demuéstrelo intensamente. Cada uno tiene que aprender cuál es la manera como lo puede demostrar. Muchas personas tienen equivocado su concepto del amor. Creen que amar es tener relaciones sexuales. Nada está más alejado de la verdad. Hay muchas otras formas de expresarlo. Póngase como lema: Crecer siempre en el amor activo. Es decir, dar amor a los demás y crecer a la vez en amor pasivo dejando que los demás lo amen a uno. Hágalo sin esperar recompensas.
Hay que aumentar el amor y de esta manera aumentamos la propia felicidad. Hay que crecer en el amor cada día, recordando que Dios es amor y que Él nos demostró su amor entregando a la muerte a su propio hijo. Hay que imitar a Jesús entregándose profundamente en amor y ser consecuentes como verdaderos hijos de Dios, dando amor y buscando cada día al Señor. Si tenemos mucho amor de Dios, podemos dar mucho amor también. Y recuerde que ¡CON DIOS. USTED ES INVENCIBLE!