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El jugador y ahora entrenador encargado del Vasco da Gama, Romário (i), pelea el balón con José Antonio Castro (d). (Foto: EFE)
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Romário debutó como entrenador del Vasco da Gama, volvió a jugar después de cuatro meses y su equipo triunfó ante el América por 1-0 en la vuelta de la fase de cuartos de final de la Copa Sudamericana, pero sucumbió ante el mejor balance de los mexicanos, que se matricularon en la semifinal.
El mejor futbolista del mundo en 1994 consiguió motivar a sus compañeros y discípulos en su primera y, quizá, única participación como entrenador y jugador al mismo tiempo.
Pero el dominio de los brasileños en todas las fases del encuentro fue insuficiente para remontar la ventaja de dos goles que el América había conseguido hace dos semanas, en el encuentro de ida disputado en el estadio Azteca.
El ariete revolucionó el Vasco desde el primer momento. Introdujo cambios importantes en la formación y el esquema táctico que venía utilizando el despedido Celso Roth.
Romário dejó en el banco a Silvio Luiz, quien era el portero titular, y lo sustituyó por Cassio. Dio entrada a Luizao en el centro del eje defensivo y recuperó a Leandro Bomfim para dar consistencia al centro del campo.
Pero la decisión más sorprendente del "Baixinho" fue quedarse en el banquillo al comienzo del partido.
RETORNO: ENTRO EN EL CAMBIO
Romário no jugaba un partido desde el pasado junio, por diversas lesiones, y optó por la pareja de delanteros formada por Alan Kardec y Leandro Amaral, más rodada en la temporada.
El ex jugador de los clubes españoles Barcelona y el Valencia entró al campo con una camiseta estampada que recordaba la hazaña del milésimo gol que marcó en su carrera, el pasado mes de mayo.
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