El último convocado a la preselección sub-23 de fútbol, Gilmar Torres, no vaciló en atender el llamado del técnico Alexandre Guimaraes, y en su primer día de entrenamiento de inmediato bajó tres kilos, según dio a conocer el propio guardameta antes de abandonar la cancha del Estadio Bernando "Candela" Gil de San Miguelito, donde se entrenó junto al resto del equipo.
Durante el primer día de trabajo, el seleccionador le pidió actitud, entrega, compromiso con el grupo, pero también que rebajara de peso.
Hoy, el chico espera jugar contra el Tauro.