El subsidio eletoral a los partidos políticos es cuestionado por sectores de la sociedad que no aceptan que en un país donde existen tantas necesidades, el Estado deba cubrir los gastos operativos de los colectivos.
Ante la amenaza de la infiltración de dinero sucio y contribuciones sospechosas, el subsidio como tal no es una mala medida. Sin embargo, el grueso de ese dinero debería destinarse a la formación cívica de los ciudadanos, más que a consumir esos millones en la planilla y otros gastos que tendrían que sufragar los propios colectivos.
Actualmente sólo el 20% del subsidio se destina a las labores de formación. No es una cifra baja dirían algunos, pero lo malo es que la mayor parte de esa cifra a veces se la lleva la gente contratada para dictar seminarios, que en muchos casos son altos cuadros del mismo partido.
Al mismo tiempo, resulta incongruente que los partidos reciban subsidio del Estado y a la vez donaciones privadas que algunos políticos se resisten a revelar.
En Colombia, por ejemplo, se han establecido topes para las donaciones. En dos ocasiones, se han promovido acciones para reglamentar a través del Código Electoral las donaciones privadas a los políticos, pero los partidos han cerrado filas para impedir esas iniciativas. La dirigencia no entiende que esas medidas son saludables para ellos mismos. Con el uso adecuado del subsidio y donaciones privadas reglamentadas, los partidos se evitarían malos ratos en el futuro.
Para el período 2004-2009, el subsidio electoral se estima en $20.3 millones, pero ahora reciente el Tribunal Electoral ha solicitado una cifra de $15 millones para tales propósitos, la cual debe figurar en el presupuesto de esa institución del 2008. La suma representa el 1% de los ingresos corrientes presupuestarios en la ley general de presupuesto de la Nación.
Al mismo tiempo, el Tribunal Electoral debe reforzar los controles sobre el uso de esos fondos, para que no se repitan hechos como los registrados en varios colectivos, donde las cifras no cuadraban. ¡Con la plata del pueblo no se juega!