El piloto finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) expresó ayer en su página web las emociones que su extrema timidez le impidió mostrar delante de las cámaras, tras proclamarse campeón del mundo de Fórmula Uno el pasado domingo y señaló: "Soy tan feliz que casi duele".
"Éste es mi mayor sueño desde que era un niño pequeño: ser campeón del mundo", declaró.
El finlandés hizo balance de su carrera y de la temporada recién terminada, en la que se impuso contra todo pronóstico a los pilotos de McLaren-Mercedes, el británico Lewis Hamilton y el español Fernando Alonso.
"Tenía siete años la primera vez que vi un circuito de carreras. Era un circuito antiguo y pequeño llamado Bembole. Sólo estaba a cinco kilómetros de mi casa y para mí era el lugar más precioso, era como mi hogar", señaló.
"Ahora, 21 años más tarde, tengo muchos circuitos favoritos alrededor del mundo. Pero obviamente, ahora el más querido es Interlagos, a más de 5.000 kilómetros de mi casa", añadió.
Al repasar la temporada, Raikkonen recuerda con especial amargura el Gran Premio de Japón, en el que un error de la organización obligó a los dos monoplazas de Ferrari a cambiar los neumáticos en las primeras vueltas, perdiendo toda opción de luchar por la victoria.
MASSA: 2DO
Raikkonen agradeció la ayuda de su compañero Felipe Massa, cuyo segundo puesto en Brasil privó a Alonso de vencer en el Mundial.