El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, se juega hoy en las urnas la posibilidad de controlar la Asamblea Constituyente, proyecto que impulsó como uno de los ejes centrales de su mandato.
El gobernante ecuatoriano, un economista de izquierda que ganó la Presidencia en las elecciones de noviembre pasado, afrontará tercer desafío en las urnas, tras vencer, de forma abrumadora, en el plebiscito del 15 de abril pasado, cuando el 83% de los electores aprobó la Constituyente.
Más de 3,200 candidatos se han inscrito para disputar los 130 escaños de la Asamblea en unos comicios que serán vigilados por observadores de la Unión Europea (UE), la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Centro Carter, así como de varias organizaciones nacionales.