El área colindante con el estadio Juan Demóstenes Arosemena, de Cabo Verde, en el corregimiento de Curundú, sigue siendo un sitio peligroso.
Cuando no son las balaceras, son los asaltos a mano armada, o los hurtos de vehículos.
En horas del mediodía del pasado martes, un automóvil que se encontraba estacionado en los estacionamientos del mencionado estadio de béisbol fue visitado por los delincuentes.
Al vehículo, una Nissan Panthfinder de color blanco con matrícula 793159, propiedad de Manuel Quintero, de 29 años, le fue robado el equipo de sonido.
El equipo estaba valorado en más de dos mil 500 dólares.
El propietario, quien interpuso la respectiva denuncia ante las autoridades, explicó que había estacionado el auto mientras realizaba una diligencia personal, y cuando regresó al poco tiempo, se percató de que la ventanilla trasera derecha estaba rota.
Hasta el día de ayer, no se había dado con la captura de ninguna persona involucrada en este hurto, pero se presume que era de los alrededores.
Se recomienda a los propietarios de autos evitar estacionar los mismos en lugares de alta incidencia delictiva.