En los últimos días hemos observado la exhortación de los estudiantes graduandos para que los profesores retornen a clases, sin embargo, los gremios magisteriales en huelga, parecen ignorar esas peticiones.
Los profesores parecen más preocupados por el descuento de un día de salario que se les aplicó, que por el clamor de sus estudiantes de que se reanuden las clases. Ya llevan tres semanas de suspensión de las labores de enseñanza y no hay visos de una solución al conflicto, que se centra en el tema económico.
Frente a la situación ya es hora que el Ministerio de Educación adopte una definición para que los estudiantes de secundaria no sigan perdiendo clases. Sería llamarse a engaños aducir el viejo cuento que la jornada escolar que se ha perdido se recuperará tan pronto finalice la huelga.
Ya es hora que las autoridades tengan planes alternativos que se adopten cada vez que se produzca una huelga en el sector educativo. Hoy día con tantos medios electrónicos, ya se debería contar con alguna fórmula para que el estudiantado no siga perdiendo clases.
Cómo es posible que miles de alumnos permanezcan en casa, en vez de estar cultivando su intelecto en los colegios. Luego todos nos preguntamos porqué nuestros jóvenes salen al mercado laboral sin la debida preparación y desconociendo aspectos elementales de las diversas materias.