Hoy le voy a preguntar si se siente frustrado. Y lo hago porque creo que gran parte del drama de la humanidad, por lo que la gente termina en conflictos y tragedias, consiste en sentirse insatisfecho. Comenzamos por lo más elemental: ante las necesidades primarias no satisfechas, alimentación, vivienda, salud y educación, hay una población que clama y ruge porque sus derechos se cumplan. A veces esta insatisfacción culmina en desórdenes sociales y hasta en revoluciones. Por eso hay que promover la justicia en todos los órdenes.
Pero quisiera detenerme en usted y pasar a otro plano más profundo, no menos importante que el anterior. Usted nació para Dios y tiene hambre de verdad, de amor, de trascendencia, de paz, de darle un sentido a su vida, y se siente descontento porque nada lo llena. ¿Cómo va a llenarlo lo que es caduco, pasajero, perecedero?. ¿Cómo va a sentirse bien, de verdad, teniendo más o menos lo que satisface su aspiración material? Jamás. Usted se engaña y eso que soñó y que obtuvo, el adorno de mármol, el carro nuevo, el terreno comprado, el traje lujoso, o inclusive una persona que usted "posee", para que lo esté "llenando" permanentemente, tiene que "vestirlo" de divinidad para así creer que lo "llena".
Ahora bien, al Señor se le encuentra en sí mismo y en causas que lo sirvan y adoren a El. Y construir el Reino de Dios a través de la compasión y la solidaridad, promoviendo una situación más humana y más digna para que aquellos que sufren de tantas carencias, es lo que lo va a realizar como persona. Y lógicamente, en su puesto en la sociedad, tratando de hacer las cosas lo mejor posible para influir en la realidad y cambiarla para bien. El amor es el mejor camino, diríamos el único, donde uno puede ir llenándose de trascendencia y saciando su hambre de plenitud. Cuando uno ama y se entrega a las personas y causas nobles, está encontrado el camino que es el mismo Cristo y uno se va sintiendo cada vez mejor. Recuerde que la frustración, el sentirse insatisfecho porque no se siente lleno de lo trascendente, es causa número uno de depresión y por eso hay que buscarlo a El, seguirlo a El y llenarse de El y así caminar por la vida con paso firme esperando el encuentro definitivo con Dios con quien en verdad usted es invencible.