A diario escuchamos a personas que tienen todos sus sentidos en perfecto orden; también sus extremidades completas, quejarse de forma lastimera para crear compasión ante los demás, y recibir así dádivas, lisonjas o lo más común, limosnas. Unos lo hacen descaradamente; otros con disimulo; pero a la perfección. Han hecho una profesión el vivir a costa de los demás, sin agachar el lomo o sudar la gota. A éstos no les avergüenza vivir de limosneros, sin motivo para serlo. Contrario a todos, hay un personaje muy conocido y admirado, oriundo de Macaracas, Los Santos. Su nombre: Bernaldo Rodríguez.
Bernaldo nació con un impedimento: no se puede parar; no tiene pies (solo dos muñones); no obstante se moviliza de un lugar a otro utilizando un palo y una banqueta para sentarse y descansar sus dolidas rodillas, que son las que le permiten moverse de un lado a otro.
Nuestro personaje se le ve con frecuencia en las cantaderas y bailes de música típica que se realizan en el interior del país. Es conocido y querido por cantadores, compositores, músicos y locutores animadores (él también le mete al micrófono, de manera espectacular). Se gana la vida haciendo rifas y tómbolas de mantas enteras de billetes de lotería, gordito y extraordinaria y otros enseres, en estos lugares. Todos colaboran con su obra. De lo que recauda se mantiene y ahorra para cuando llegue diciembre el mismo lo lleva a la Teletón a ATLAPA. Lo hace todos los años.
Bernaldo ha visitado a la Presidenta de la República en el Palacio de Las Garzas por sus propios medios -con el palo y la banqueta-.
Como es conocido por muchos, Bernaldo viaja a otras provincias, incluso Chiriquí y Panamá. Siempre los transportistas lo llevan gratis en enormes camiones o mulas.
Han contado algunos camioneros, y el propio Bernaldo lo afirma que los camioneros se detienen para darle el "bote"; se apean, dan la vuelta para ayudarlo a subir; pero al llegar se llevan la gran sorpresa... ya Bernaldo está encaramado y bien sentado en el camión o mula.
¿Cómo lo hace tan rápido?; es un misterio, dicen los camioneros. Así es Bernaldo Rodríguez. Cuando se queje de algo, acuérdese de él.