La junta directiva de la Caja de Seguro Social (CSS) se aproxima a la selección de la terna para seleccionar a su nuevo director. Siempre se ha cuestionado la injerencia política de los gobiernos de turno en dicha institución.
Frente a esa constante, se hace necesario que la junta directiva de la Caja seleccione a figuras capaces y que no se dejen asustar por las presiones de todos los sectores que de una u otro forma, quieren sacar provecho.
El próximo director debe estar claro que no le espera nada fácil. El Seguro Social enfrenta una grave crisis en todos sus programas. El gobierno de turno, así como el anterior, postergaron la adopción de medidas, para solventar la situación de una Caja en peligro de colapsar.
Ya la mayoría de los programas presentan déficit en sus operaciones anuales y el fondo del que salen los pagos a los jubilados registra un déficit actuarial, que amenaza con comerse todas las reservas.
Durante la campaña electoral, el hoy presidente electo Martín Torrijos alegó tener una fórmula mágica que nunca reveló, para salvar a la institución.
Los estrategas del nuevo gobierno estiman que las reformas a la seguridad social deben acometerse en los primeros tres meses de administración, que es el momento en que todo presidente vive la luna de miel con su pueblo.
Las modificaciones a la legislación del Seguro Social serán malqueridas por los sectores que se vean afectadas y en medio de eso estará el nuevo director de la institución, que deberá tener la capacidad para explicarnos a todos, la profundidad de la crisis y las alternativas para salvarla. ¡Será una tarea muy amarga, pero el que quiere celeste que le cueste!.