Venden y ofrecen de todo, desde libros, artesanías, colorantes, comidas, medias, hasta servicios, pero entre las desventajas que tienen está el mínimo acceso al crédito para desarrollar sus proyectos.
De hecho, sólo dos instituciones bancarias en nuestro país, financian proyectos nuevos de generación de nuevas micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES).
Para tener un panorama de la importancia del este sector en la actividad económica nacional, de acuerdo a estadísticas, constituyen el 80% del total de los establecimientos comerciales del país.
Sin contar los más de 100 mil a 150 mil personas, que desde muy temprano en la mañana, empiezan su faena en la calle para llevar su sustento diario, conocidos como el "sector informal" de la economía.
La expectativa de la Unión de Pequeñas y Medianas Empresas (UNPYME), es que ese renglón de la sociedad que se suma al índice de desempleo, se formalice.
Pero, los retos y limitaciones de los nuevos empresarios panameños son compartidos con los de América Latina, que también tienen desventajas respecto a sus similares de otras regiones, como la poca integración a la cadena productiva.
De acuerdo a un estudio, "las jóvenes empresas de la región nacen con menor tamaño y nivel de inversión porque disponen de menos acceso a financiamiento externo y deben trabajar en mayor medida con recursos propios”.
Elsa Guanti de Rodríguez, subdirectora de la Confederación Latinoamericana de Pequeñas y Medianas Empresas (CLAMPI) para Centroamérica y el Caribe, dijo que en Panamá más del 50% de las pequeñas y medianas empresas (PYMES) que inician operaciones, antes de los 5 años se ven fracasadas.
"Esto no sucede en otros países, por su nivel cultural y desarrollo, tienen un alto sentido de autogestión".
Destacó que en Latinoamérica se ha logrado el fortalecimiento de las PYMES a través de actividades de feriales, por ello en estos momentos realizan EXPOPYME en ATLAPA.
Para lograr captar más empresarios, "hace falta cambiar actitudes y tomar la decisión, puesto que el empresario es aprendiz de todo y profesional de nada".
Cuando se creó la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (AMPYME), entidad que brinda capacitación al sector, dijo que la proyección era bajar el índice de desempleo a un 9%, hoy se sitúa en un 14%, según el sector de la construcción, pero no se logró la expectativa.
Con la Ley 33 de 2000, que rige al sector y la Ley 8 que crea AMPYME, aunque se han hecho "cosas" hace falta mucho apoyo para crear microempresas, dijo.
Actualmente el 75% de las empresas están dentro del rango de menos de 2.5 millones de dólares, donde hay unas 30 mil empresas micro y 15 mil pequeñas y medianas, que suman unas 45 mil MIPYMES.
En Latinoamérica se estima que existan 75 a 90% empresas MIPYMES, donde Panamá tiene el índice más bajo de empresarios que no llega ni al 1%.
Consideró que la apertura del mercado pone en peligro a existencias de las PYMES.
El escaso apoyo crediticio toca las puertas de estas PYMES, Alberto De La Torre, propietario de Mayasha Color, destacó que este es un problema que enfrentan, pese a que en los próximos 10 años serán un potencia.
Su empresa se dedicaba a vender colorantes para plásticos, una de las tres empresas dedicadas a esta actividad en Centroamérica, actualmente cuenta con 8 empleados.
"No ha sido fácil, nos hemos caído, pero levantado"... hemos tenido disciplina con los gastos para invertir en la fábrica.
PROYECTO
La CLAMPI tiene proyectado desarrollar un sistema de información de pequeña y mediana empresa, herramienta para hacer negocios con otros países.
Actualmente Colombia, Brasil y Uruguay están más desarrollados en este sentido.
LA LEY 33 ESTABLECE
Microempresa: factura menos de B/.150 mil.
Pequeña: factura de 150 mil hasta 1.5 millones de dólares.
Mediana: factura un 1.5 millones o a 2.5 millones
Grande: factura más en ingresos brutos más de 2.5 millones de dólares.