El futbolista argentino Lionel Messi, figura del Barcelona español, jugó ayer un "importante partido" como embajador de buena voluntad de Unicef durante una visita a Puerto Príncipe, donde se encontró con niños afectados por el terremoto que en enero pasado azotó la capital haitiana.
Messi llegó ayer a la desolada capital caribeña "determinado a hacer uso de su fama para ayudar a los niños y niñas más vulnerables del mundo", indicó en un comunicado la Unicef, que destacó que el futbolista jugó "un importante partido" con los pequeños.
En su primera visita como representante de las Naciones Unidas, el deportista recorrió "Carrefour Aviation", un campamento donde viven 50.000 haitianos que perdieron sus hogares durante el terremoto del 12 de enero.