Son muchas las cosas que rodean un magno evento como el partido entre Messi y sus amigos vs. el Resto y del Mudo. El partido es una de las caras que este hiedra de mil cabezas presenta a la luz pública.
Esto es parte de lo bueno de todo el 'show'. Ver cómo los panameños estaban coreando las jugadas de un grupo de ídolos del fútbol mundial, en el que muchos a pesar de su edad, dieron que hablar y mostraron sus habilidades en el engramado del Rommel Fernández.
La otra cara buena del 'show' fue el juego limpio y la actitud de los jugadores a brindar espectáculo. De seguro Messi y los demás jugadores no tenían ninguna ganas de mojarse en la cancha en un choque de mera exhibición, eso es aplaudible, como un buen actor, la función debe continuar y así fue, el juego se dio a pesar de la lluvia.
Es para aplaudir la presencia del silbante Horacio Elizondo, árbitro mundialistas y de la talla de las figuras que estuvieron en la cancha del estadio Rommel Fernández.
Pero como hubo cosas buenas las malas también entraron en escena.
Dentro de las maldades del evento fue la lluvia, que nunca se detuvo durante el evento, más cuando pitó Elizondo, la lluvia se detuvo y dejó a estos tranquilos.
La molestosa lluvia que cayó durante el partido puede compararse con el temblor que se dio cuando Pelé jugó en Panamá.
La organización durante el partido fue algo para no remarcar. Ver que durante el choque sólo había un balón, era bochornoso. Cada vez que se volaba un balón lejos de la portería se tenía que esperar un tiempo hasta que lo devolvieran.
Para el próximo evento, señores, tomen en cuenta que el Rommel tiene más de dos entradas. El día del juego sólo tenían habilitadas dos.
Para cerrar dentro de lo bueno y lo malo, también tenemos lo feo.
Qué feo fue ver la cancha con su par de charcos y huecos, tanto así que muchos jugadores tuvieron que saltar los huecos.
A lo mejor los que estaban en el Rommel no tuvieron que sufrir con los ataques al tímpano de parte de los comentaristas y narradores de las televisoras.
Además del golpe al oído , muchos periodistas se llevaron su golpecito al intentar hacer su labor.
Sumado a los "tatequietos" el día de la conferencia previa al choque, se tuvieron que guarecer bajo un árbol para no mojarse, por favor, para la próxima más seriedad para los medios, que son lo que hacen que su evento se llene y que la gente se entere de que Messi viene a Panamá, pero cuando se quiere conversar con Messi, las cosas cambian.