Las lágrimas corrían por el estadio de Berlín y alrededores. Unas eran lágrimas de alegrías por el campeonato italiano y otras, las más desgarradoras eran de tristeza por la derrota francesa.
Muchos aficionados de "Le Bleus" comenzaron a llorar a los 109 minutos del tiempo extra, cuando expulsaron a Zidane. Una daga dolorosa traspasó sus corazones, pues presentían un final amargo.
Y así fue. En los penales Italia fue contundente al anotar cinco veces, borrando así la historia nefasta que le antecedía en estas definiciones.
Precisamente ante Francia en 1998 cayeron en cuartos de final desde el manchón blanco y cuatro años antes habían perdido por la misma vía el título ante Brasil.
Por eso las lágrimas de ayer, por eso el llanto de millones de italianos en todo el mundo.
Como en 1982, Italia ganó el título contra todos los pronósticos sorteando fase por fase con resultados poco convincentes.
Así son las lágrimas de una final azul, unas de alegría y otras de tristeza.