Las autoridades rusas aún desconocen la suerte de 12 pasajeros del avión Airbus que se estrelló en el aeropuerto de la ciudad de Irkutsk (Siberia), catástrofe que dejó al menos 124 muertos.
Según el Ministerio de Situaciones de Emergencia, en el avión de la compañía Sibir viajaban 204 personas, entre las que se encontraban tres ocupantes que no figuraban en la lista de pasajeros, informó la agencia oficial Itas-Tass.
"En el hospital se encuentra ingresadas 56 personas, entre ellas tres miembros de la tripulación y tres personas que no estaban en la lista inicial de pasajeros.
Además, 12 personas abandonaron el avión por su propio pie", señaló un portavoz del ministerio.
Por el momento, los equipos de salvamento han recuperado 122 cadáveres de entre los cascotes del avión, que llegó a Irkutsk, a 5, 000 kilómetros de Moscú, tras tres horas y media de viaje.
En el avión viajaban 14 niños, todos menores de 12 años, de los cuales seis resultaron heridos, entre ellos un niño de tres años y otro de 9, que se encuentra en estado grave debido a las quemaduras sufridas, informó el Centro de Medicina de Catástrofes de Irkutsk a la agencia RIA-Nóvosti.
Los niños se disponían a descansar en el lago Baikal, la mayor reserva de agua dulce del planeta y uno de los destinos turísticos más importantes de Rusia.
Entre los pasajeros extranjeros (12) perdieron la vida "dos polacos, dos bielorrusos, un alemán y un azerbaiyano".
Los trabajos de rescate entre los restos del avión siniestrado se suspendieron, aunque podrían reanudarse hoy lunes informó el ministerio de Situaciones de Emergencia.
La identificación de los cadáveres comenzó cerca de la medianoche en el tanatorio de Irkutsk, a donde se han desplazado los familiares de las víctimas. El avión se salió de la pista y al tocar tierra se estrelló contra un edificio de hormigón y ardiendo en llamas, incendio que fue sofocado dos horas después del accidente.