Los operativos de la Fuerza Pública para frenar la delincuencia son necesarios frente a la ola de violencia que enfrenta el país, pero se hace necesario que éstos se desarrollen de manera planificada y sorpresiva.
De nada vale recoger a 700 personas en las calles, si a las pocas horas tienes que liberar al 95 por ciento de esos detenidos.
Además cuando las autoridades anuncian la ejecución de los operativos "Mano Dura", están poniendo en alerta a los maleantes que entonces optan por no salir de sus guaridas hasta que pase la fiebre de los policías.
En todo caso, la vigilancia debe ser permanente y preventiva. Todos los estamentos de seguridad saben cuáles son las áreas donde radica el mayor número de delincuentes y los lugares donde se vende droga. Una acción sistemática en esos lugares ayudaría a reducir la criminalidad.
Hacer operativos a lo loco, sólo contribuye a gastar recursos económicos y al desgaste del personal. La ciudadanía requiere una acción inmediata de las autoridades, pero éstas deben ser efectivas.
Es un clamor popular que exista seguridad en las calles y frente a ello la iniciativa del Operativo "Mano Dura" es un avance, pero hay que hacer todo lo posible para hacerlo efectivo, de lo contrario, sería una pérdida de tiempo y dinero.