Ayer cumpliría 42 años, pero la fuerte brisa que pegó la madrugada de ese domingo en el Puente de las América y su deseo de acabar con su vida, se lo impidió.
Se trata del taxista Hemeregildo Pinto Ramos, de 41 años, quien falleció ayer, luego de caerse del segundo aro que compone el Puente de Las América.
Ramos había subido a la cúspide del puente con la intención de suicidarse y así terminar con los problemas que lo agobiaban.
La acción-para algunos tardía-del Grupo de Apoyo al Servicio y de dos oficiales quienes persuadieron por instantes al taxista para que no se tirara, sólo prolongó lo inevitable: la muerte.
Ramos tenía 3 meses de haberse dejado con su pareja sentimental y solicitó a los negociadores la presencia de su ex mujer, su hermano, la sobrina y el marido de ésta última. Todos los solicitados llegaron, menos la ex mujer.
"Solo pido perdón por lo que voy hacer", eran las palabras del taxista, quien bebió desenfrenadamente la noche del sábado, horas antes de morir.
El cuerpo con vida de Ramos, antes de caer al agua, golpeó en el alambrado donde quedó insertada una de las chancletas yumbo que llevaba puestas, y unas llaves.
Según informes oficiales, Ramos estacionó su taxi Toyota Tercel rojo con placa 198211 en El Mirador, hora y media antes de deceso.
Ramos se convirtió en la víctima número 17 por suicidio que se ha reportado en la ciudad capital en este año.
Según una fuente policial, el taxista engañó al policía que cuidad en El mirador, con la artimaña de que el carro estaba dañado y así cometer su fechoría.
El tráfico vehicular en el Puente de las Américas durante la negociación con Ramos, fue paralizado por las unidades policiales.