El alemán Michael Schumacher ganó el Gran Premio de Estados Unidos, disputado ayer domingo, en el mítico circuito de Indianápolis, en una prueba en la que el español Fernando Alonso abandonó después de que se le reventara la rueda trasera derecha del coche en la recta de meta de la octava vuelta.
Schumacher (Ferrari) cubrió las 73 vueltas a la pista -de 4.192 metros-, para completar un recorrido de 306 kilómetros, en un tiempo ganador de una hora, 40 minutos y 29 segundos y se anotó la octava victoria en nueve Grandes Premios, la septuagésima octava de su carrera en Fórmula Uno.
El brasileño Rubens Barrichello acabó segundo y firmó un nuevo doblete con su jefe, el vigésimo primero que hacen juntos.
En esta ocasión les acompañó en el podio Takuma Sato (BAR-Honda), primer japonés que sube a un cajón en la F1, en una carrera plagada de incidentes y en la que Alonso (Renault) tuvo mala suerte.