Panamá se llena hoy de júbilo por la celebración del Día del Padre. El momento es oportuno para reflexionar acerca del rol que desempeña esa figura dentro de la estructura familiar.
La celebración en Panamá se remonta a 1946, cuando el periodista Ignacio De J. Valdés (Nacho), inició un movimiento de esa índole, que luego acogió la Asamblea Nacional.
Ser padre encierra más que tener 'retoños'; conlleva responsabilidades y un amor infinito hacia los hijos. La figura masculina dentro de la sociedad tiene su representación en aquellos padres, que se toman en serio su papel y se preocupan por los caminos que han de andar sus frutos.
Hay padres que tienen presente su función las 24 horas del día; los hay sacrificados; los que dan el todo por el todo con tal de ver siempre la sonrisa en los rostros de sus vástagos; los hay de aquellos que no duermen por velar el sueño de sus pequeños; de los que dedican su tiempo libre a otorgar a su hijo esparcimiento.
Pero también es una realidad que en Panamá hay hombres que tienen hijos, pero no son padres. Se encuentran aquellos que en un momento irresponsable engendraron la semilla, pero sin intenciones de preocuparse por cultivarla.
Que este día sea bueno para felicitar a todos aquellos padres que se sienten como tales y exhortarlos a continuar desempeñando ese papel que los hace especiales.
A los que han perdido a su padre se que para ellos el momento puede ser de tristeza por la ausencia. La muerte de un padre o una madre es uno de los episodios más duro que puede enfrentar el ser humano. Sin embargo, quedan los buenos recuerdos y el amor que une eternamente a un padre con sus hijos y viceversa.