Sentido de amor y pertenencia: ¿Mi familia es importante en mi vida? ¿la amo? ¿la respeto? ¿le brindo la posibilidad para que sea feliz, muy a pesar de los problemas que puedan existir? ¿reconozco a mis hijos como un regalo de Dios?
Sentido del orden y autoridad: Los hijos esperan de los padres el ejemplo, la autoridad moral, el apoyo, la palabra amable, el cariño, la ternura. El orden y la autoridad no son sinónimo de violencia o de represión, son formas adecuadas de poner reglas de juego que favorezcan el crecimiento y desarrollo integral de todos. Orden es sinónimo de responsabilidad, y autoridad es sinónimo de servicio.
Sentido de comunicación para el diálogo: La comunicación para el diálogo requiere madurez, calma, reflexión, sensatez. Podremos tener la razón en muchas cosas, pero ésta no se puede imponer por la fuerza, sino con el diálogo. Vale la pena preguntarse ¿cómo son los niveles de comunicación en mi hogar? ¿diálogo? ¿tolero? O sencillamente ¿impongo mi capricho?
Sentido de lo amable y justo: El sentido de lo amable y lo justo, es saber leer lo bueno que hay en ella y de igual modo, reconocer las fallas que existen para irlas superando poco a poco y buscar ayuda, si se requiere, para encontrar caminos de solución, respetando nuestras diferencias. Amabilidad y justicia son sinónimos de armonía.
Sentido de Dios: Significa reconocer que la familia es un don, un regalo de Dios. Significa reconocer unos valores que nos mantienen unidos, un horizonte a donde mirar, una palabra que decir. Significa que un Ser que está por encima de nosotros se vale de nosotros para mostrarnos sus caminos. Deja que Él entre en el hogar, lo ilumine, lo guíe y le de nuevos motivos para decir desde el corazón: "Que rico estar en casa".