Nadie puede saber cuánto dolor está sintiendo Hugo Sánchez, un panameño que lo perdió todo: sus dos hijos, su esposa, una sobrina y su morada, en aquel fatídico fin de semana cuando un alud le arrebató a su familia.
El sepelio fue desgarrador. No era una reunión familiar alegre, como la que solían hacer. Era una triste despedida con todos presentes, pero cuatro de ellos dentro de ataúdes donde reposaban los cuerpos de Edith Anacelis Sánchez, de 25 años, junto a sus hijos Hugo Enrique Sánchez, de 4 años y Elda Ibeth Sánchez, de 2 años, además de su sobrina Belkis Lisnet Sánchez, de 6 años.