El aprecio a los animales, y el cuidado que les da a éstos, lo ha convertido en un hombre de mucho respeto para la comunidad santiagueña. Se trata de Cecilio Trejos, educador jubilado.
Cecilio comentó que las palomas mensajeras que se posan por la avenida central y en los alrededores del mercado público de Santiago pasan mucha hambre, pues se la pasan buscando de comida, pero un día tuvo la iniciativa de darles maíz y frijoles, desde ese momento estas aves caseras sin dueños no se apartan de él y desde que lo ven a distancia le sobre vuelan en señal de que quieren algo para comer.
El maestro indicó que eso le causa alegría, pues cree que si las personas tuviesen un poco de atención con los pocos animales que se encuentran en nuestro medio ambiente, las cosas fueran muy diferentes y podríamos tenerlos en abundancia, sin embargo, mucha gente mata a los animales, sin que sean sancionada por las autoridades.
Se conoció que se han hecho matanzas de perros y otros animales, pero, como nadie reclama o denuncia las cosas, se continúa con esta mala práctica, lo que a criterio de otras personas debe ser sancionado por las autoridades, sin embargo el asunto pareciese no interesarle a nadie.
Herminio Rodríguez, defensor del medio ambiente, dijo que otro de los hechos bochornosos que a diario se observa en Veraguas, aparte de las matanzas de especies acuáticas y terrestres, es la destrucción de los árboles, que es uno de los hábitat de las aves, problema que nadie frena en esta provincia.
En tanto, el educador Trejos explicó que aún siendo jubilado trata de seguir enseñando a las personas, sobre todo a los jóvenes para que valoren las cosas positivas, entre ellas no afectar a los pocos animales que se encuentran en nuestro medio y que son parte de la vida del hombre.
Cecilio Trejos es además vendedor de sombreros, chances y billetes de la lotería en los predios del mercado público, pero su mayor alegría en las mañanas es ver como estas aves se acercan a su persona y le caminan a su alrededor para que las alimente.
Esta buena enseñanza del educador no es más que una muestra latente de que aún hay personas que protegen a los animales que sobreviven en nuestras comunidades.