La libertad de expresión se convirtió en tema de debate dentro y fuera de la 37ª Asamblea General de la OEA en Panamá, donde estalló una polémica entre Estados Unidos y Venezuela por la decisión del mandatario Hugo Chávez de cerrar Radio Caracas Televisión (RCTV).
El caso RCTV se implantó cuando la secretaria de Estado norteamericano, Condoleezza Rice, pidió al secretario general del organismo, José Miguel Insulza, realizar una visita a Caracas para investigar el asunto y presentar un informe.
Rice declaró que el cierre de RCTV es la medida antidemocrática "más drástica" que ha tomado el presidente Hugo Chávez. Sus palabras dieron paso a un candente debate que eclipsó el temario original.
El presidente de EU, "George W. Bush y yo estamos de acuerdo en urgir al secretario general (Insulza) a que viaje a Venezuela para que consulte de buena fe con todas las partes interesadas y presentar un informe completo a los cancilleres a través del Consejo Permanente de la OEA", dijo Rice.
VENEZUELA RESPONDE
Nicolás Maduro, el canciller venezolano, casi como disparado por un resorte, denunció un "intervencionismo inaceptable" de Estados Unidos en los asuntos internos de Venezuela. Esto es "un nuevo plan de desestabilización contra Venezuela y nuestro pueblo lo enfrentará nacional e internacionalmente", añadió.
El caso de RCTV, pese a no estar en la agenda, dominó la primera sesión de la Asamblea General de la OEA. Maduro, en forma desafiante, alegó que Rice había "violentado" la agenda de la reunión al proponer la inclusión del caso RCTV.