Los organizadores de la Cumbre Alterna Social que desarrollan grupos de izquierda y movimientos populares, paralela a la Asamblea General de la OEA, rechazaron la intención norteamericana de arrodillar a los cancilleres de muchos países.
Ayer, cerca de ATLAPA hubo manifestaciones antinorteamericanas donde se quemó un muñeco que simbolizaba al presidente George Bush, así como las banderas de aliados de Estados Unidos.
En su declaración final, la Cumbre Alterna condenó la liberación de Luis Posada Carriles, demandó el fin de la ocupación en Irak, el desmantelamiento de la base militar de Guantánamo y expresa repudio a la construcción del muro divisorio entre Estados Unidos y México. Además, se advirtió que "la producción de energía y agrocombustibles en manos de las transnacionales, significaría la sustracción de millones de toneladas de alimentos para convertirlos en combustible".
También reconocieron la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), como un paso adelante en la integración latinoamericana y una respuesta popular contra el neoliberalismo.