El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, emprendió una gira europea con una parada en la República Checa para dejar clara su decisión de desplegar un escudo antimisiles en Europa del este.
La gira ocurre en un momento de tensión que incluso amenaza el ambiente de cordialidad que se busca en la Cumbre del G-8, a celebrarse esta semana en Alemania.
Bush, que llegó a Praga, ha retomado el sueño del viejo proyecto de "Guerras de las Galaxias" del icono republicano por definición, Ronald Reagan, y ha apostado por un sistema para derribar proyectiles lanzados contra territorio estadounidense.
El mecanismo cuenta con interceptores y radares en la costa oeste de EE.UU., con el objetivo puesto en Corea del Norte, pero para neutralizar cohetes iraníes, Washington necesita otra barrera en Europa, que como supuesto "beneficio" añadido protegería a parte del continente europeo.
Ahí es donde entran la República Checa, donde EE.UU. pretende colocar un radar, y Polonia, donde cavará silos subterráneos para diez interceptores, y que no por casualidad será otra de las paradas de su gira europea de ocho días.
La visita de Bush es una manera de expresar que Estados Unidos respalda a ambos países frente a la "presión" de una Rusia, que aún considera a Europa del este como el portal de su casa, según expertos.
El presidente ruso, Vladimir Putin, sugirió que apuntará los misiles rusos a Europa por primera vez desde el fin de la "guerra fría" si Washington no ceja en su empeño.
"En caso de despliegue de un escudo antimisiles en Europa, hoy lo advertimos, habrá respuesta. Necesitamos garantizar nuestra seguridad", dijo Putin.
En el avión presidencial de camino a Praga, el consejero de Seguridad Nacional de EE.UU., Stephen Hadley, respondió que "ha habido una subida en el tono del discurso. Creo que eso no ayuda", al reiterar que el sistema no supone una amenaza para Rusia.
"Se trata de un esfuerzo para ayudar a nuestros aliados de la OTAN a responder a amenazas que no vienen de Rusia", dijo Hadley, quien ha señalado en el pasado a Irán como el origen de posibles ataques.
Según Hadley, Bush y Putin tratarán el tema el jueves en un encuentro en el marco de la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8), que tendrá lugar en Heiligendamm (Alemania).
REGRESO AL PASADO
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, hizo en Moscú unas declaraciones dignas del tiempo en que era agente de la KGB, al sugerir que apuntará los misiles rusos a Europa si Washington no ceja en su empeño.